viernes, 9 de julio de 2010

La bicicletas las carga el demonio.

Hace tiempo que quería escribir sobre una amenaza relativamente nueva que se encuentra en nuestra ciudad, pero hoy que he estado a punto de ser víctima de esta amenaza definitivamente me he decidido a escribir sobre ello.

Esta nueva amenaza va sobre ruedas. Puede ser bastante silenciosa y alcanzarte por sorpresa.

Todos sabemos, y supongo que estamos de acuerdo, en que para llevar una moto, un coche o un avión supersónico has de tener una licencia para ello. Una licencia que (normalmente) acredita que tienes los conocimientos técnicos necesarios para manejar dicho vehículo, así como las aptitudes físicas y mentales adecuadas a tal función. Esto permite que los orangutanes no conduzcan Harley por la calle, que los locos de embudo en la cabeza no conduzcan los autobuses y que ningún zombie maloliente pilote el avión de nuestras vacaciones.
Sin embargo, des de hace un tiempo, se "reparten" por la ciudad de manera indiscriminada vehículos que no precisan de ninguna acreditación para ser conducidos. Me estoy refiriendo a las bicicletas del bicing. Las nuevas máquinas del terror.

Las bicicletas están muy bien, son para el verano dicen, no contaminan el medio ambiente y además da a una ciudad ese toque moderno y socialmente comprometido que queda tan cool en los panfletos de información turística. Sin embargo, e igual que con unas muchas otras cosas, un exceso descontrolado mata de éxito y esto es lo que nos está pasando últimamente. Cualquier personaje de nuestra ciudad que se saque una tarjetita puede coger una de estas bicis y conducirlas por nuestras vías. Sin casco, sin protecciones, y muchas veces sin ningún control sobre las bicis o su propio cuerpo. Se creen que por dar a ese timbre "ring ring" (¡que rabia me da ese riudito!) ya tienen el control absoluto de la situación y si te pasan por encima pueden decir -Ah...yo he tocado el timbre...haberte apartado-.
Las bicicletas igual que cualquier otro vehículo de ruedas se acelera en una pendiente, duele si pasa por encima de alguien y sí...si va por la carretera ha de parar en los semáforos. He visto como muchos ciclistas en prácticas piensan que los semáforos solo son para los coches y pasan los cruces en rojo como si pilotaran un tanque acorazado armado con rayos láser que les otorgase cierta inmunidad.
No se que tipo de control se lleva con este alquiler pero des de luego me parece un tanto laxo. Si un pirado aficionado a carmagedon decide pillar una bici puede ir atropellando viejecitas tranquilamente sin que nadie se lo impida. Y por favor...que le quiten ese timbre años 30 a las bicis, los odio...no olviden que un mono en bicicleta también pedalea y no por ello les damos vía libre.

En la imágen el creador del bicing en el momento en que tubo una ostia del copón la idea de alquilar bicis.

2 comentarios:

Sergio dijo...

Yo creo que como en todos los vehículos, independientemente de que se precise o no carné para conducirlo, seguirán existiendo personas que no les da la gana cumplir las normas. Pero no creo que se tenga que generalizar. ¡Cómo si no hubiese locos al volante!

Kal dijo...

Por su puesto que no generalizo! pero supongo que no es necesario hacer una entrada sobre los peligros de los coductores de coches, camiones o motos...sin embargo las bicicletas ahí están también (y más ultimamente) y nadie dice nada. Sin ir más lejos la semana pasada Atropellaron, literalmente, con una bicicleta a una compañera de trabajo que caminaba por la acera sin ninguna preocupación. Los coches (por suerte) aún no se meten tanto a circular en las aceras ;).

Un saludo