viernes, 8 de enero de 2010

¿Estás en paro? tómate un café

Últimamente he reparado en algo que creo merece ser comentado, aunque sea brevemente. Mis neuronas se relacionan entre ellas mediante impulsos eléctricos y dan lugar a cosas como esta.

Esta primera intervención del nuevo año es con motivo de la actual crisis que afecta a nuestro país, en concreto en cómo repercute esta crisis en el ámbito laboral y en el número de parados que, desgraciadamente, aumenta cada vez más y más.
Me he dado cuenta que a pesar del altísimo nivel de gente sin empleo se ha creado (durante estos últimos años) una nueva profesión en el mundo que podría ser la panacea a este mal. El dependiente de las tiendas Nespresso.
Este puesto de trabajo que antes no existía podría ser un ungüento calmante para la sociedad, ya que todos sabemos que las cafeteras se venden a cascoporro y poniendo un vendedor cada cinco cafeteras lo tendríamos resuelto.
Sin embargo, y aquí el meollo y problema del asunto, la exclusividad de las tiendas (al haber tan pocas en nuestras ciudades) es lo que convierte al vendedor de las tiendas Nespresso en algo inaudito, casi al nivel de los unicornios o los pegasos, ya que si tenemos tiendas en cada esquina solucionamos el paro pero beber café dejaría de ser “chic” y George Clooney no haría anuncios.

Mi conclusión es: El vendedor de Nespresso, un puesto laboral muy desaprovechado en tiempos de crisis en favor de conservar el alto standing de algo tan irrisorio y común como es el beber café.

Ocupemos un par de tiendas chinas (que puede que sobre alguna) y pongamos tiendas Nespresso, seguro que el 80%* de los usuarios estan artos de tener que ir en coche a buscar el café. No olvideis, señores del alto standing con vuestras manos sosteniendo una taza de humeante zumo de cafeína y el dedo meníque en alto, que los pastores en mitad del campo se pueden preparar un café tan (o incluso más) bueno que el que ustedes compran a 10 km de casa.

¡ZP! ¡te estoy hechando un cable!

*Porcentage totalmente inventado al azar por el autor, aunque seguro que por ahí anda...

1 comentario:

Raúl Morón Muñoz dijo...

¡Estoy de acuerdo!

Yo no tengo Nespresso sólo por pensar que tengo que desplazarme al centro para comprar mis dosis cafeteras o, en su defecto, que una vez al mes tengo que ir cargado como un mono.

¡Apruebo tu idea!