Jubilación, divino tesoro.

Hoy he leído por ahí en algún lugar la noticia sobre alargar la edad de jubilación de los 65 años actuales a los 67 años. Con esto le han dado un disgusto tremendo a multitud de personas de 64 años que pensaban que solo en un año más podrían levantarse a las 9 de la mañana para comprar el periódico, mirar obras, ocupar salas de espera de ambulatorios y demás actividades lúdicas propias de la jubilación.

La crisis mundial actual nos llevará en breve a las realidades anteriores a la revolución obrera; se comienza alargando en dos años la jubilación, se sigue ampliando la jornada laboral y bajando sueldos y cuando quieres darte cuenta trabajas junto con un montón de párvulos en una mina sin medidas de seguridad durante 15 horas diarias para malvivir con un sueldo infame y sin seguro médico. Y no quiero hablar de los fumadores, esos aún lo tendrán mucho peor.

Además el problema que subyace al hecho de alargar la edad de jubilación es que no nos pasaremos trabajando hasta los 67, sino que nos pasaremos buscando trabajo hasta los 67, por que al ritmo que están los despidos y la demanda de trabajadores… ¿Qué harán las personas que a partir de los 50 se queden sin empleo? Seamos realistas, nadie contrata a un cincuentón, y todavía le quedarán 17 años para jubilarse…17 años…O los “pans & company” se llenan de dependientes canosos o habrá que acudir a formar mafias para subsistir del mundo del crimen. Ya veo el nombre: “Los Prostati”.

Una vez más el problema tiene que ser salvado por todos aquellos currantes y currantas que se dejan la piel para que el sistema funcione, por que una pregunta… ¿a que edad se jubila un futbolista o un político?