jueves, 12 de marzo de 2009

Breve historia del diluvio universal

Las criaturas enviadas por Dios para enloquecer a Satán habían procreado de lo lindo y ahora lo ocupaban todo, salvo el mar y el cielo.
Dios no vigilada las acciones de estos ya que pensaba que cuanto peores fueran más posibilidades tenían de acabar en casa de Satán comiéndose las galletas, saltando en las camas, atrancando el retrete, y demás cosas irritantes.
Satán seguía disculpándose por carta, pero Dios es vengativo y no hacia el más mínimo caso a las súplicas de este.
Un sábado estaba Dios limpiando el polvo estelar de su casa, ya que el domingo era su día y no podía hacerlo sin incurrir en auto-blasfemia, y bajó del mueble el planeta-pecera creado en la termomix y que era hogar de sus criaturas. De pronto un retortijón todopoderoso hizo estremecer las entrañas del altísimo y hubo de soltar el plumero en el sofá y salir corriendo, y bajándose la túnica, hacía el lavabo celestial. Rayos y truenos resonaron en el planeta y el mismísimo universo se replegó sobre si mismo. Casi media hora después Dios tiraba de la cadena y salía, exhausto, del cuarto de baño.
Igual que cuando creó el universo el error de Dios fue echar la siesta. Su último trabajo le había dejado sin fuerzas y se recostó a descansar. No tuvo en cuenta las magnitudes y la grandeza de todo lo que salía de su divino cuerpo, no contó con la magnificencia y consistencia ejemplar de este nuevo trabajo suyo. El resultado fue un atoramiento de las cañerías y la posterior inundación del piso, dejando el parquet y los bajos de las cortinas hechos una porquería. El planeta-pecera, que había sido dejado en el suelo para poder limpiar el polvo, se vio sumergido por el agua.
Y el planeta quedó inundado, y los seres vivos perecieron bajo las aguas del váter de Dios.
Cuando una pesadilla en que Dios tenía un hijo que era un trozo de pan mojado en vino despertó al todopoderoso, este notó que algo no funcionaba como debía nada más con poner un pie en el suelo y escuchar, chof. La humedad se coló entre los dedos de sus pies eternos y omnipotentes y el mensaje de alerta llegó claro a su cabeza triangular con un ojo en el centro.
Tras descubrir el origen del problema de la humedad concentrada y tras controlarse para no cagarse en si mismo se percató del planeta hundido. Lo recogió con cuidado y le pasó el secador, observó atentamente buscando restos de vida y tan solo encontró a un hombre y un montón de animales que habían sobrevivido.
El incidente le entristeció, pero de la crisis supo ver la oportunidad para crear de nuevo al ser humano y enviar nueva vida, el ser humano 2.0.
La nueva criatura partió unos días después de nuevo hacia el planeta, el diseño inicial había cambiado algunos aspectos pero la consigna básica seguía latente en el interior: “Continuad enfureciendo a Satán”.

Dios aprendió de todo aquello que debía controlar su poder, pues tan solo una cagada suya podía condenar a toda la humanidad.


Ojo al retrete de swarovski que cuesta 75.000 euros, a Dios (como conoce a gente importante) le salió gratis.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Este retrete cuesta un ojete XD XD XD

Kal dijo...

Seguro que en los chinos lo encuentras más barato, pero te deve dejar el ojete Nui