martes, 23 de septiembre de 2008

Juventud, divino tesoro!

Atención a la siguiente noticia aparecida hoy en la Vanguardia cuyo titular reza así:

Suplanta a su hija para hacerse animadora
Una mujer de 33 años de Winsconsin simula tener 15 para volver al instituto.


Con lo que yo digo… ¿Nadie se dio cuenta?
Cuando tienes 15 años ves a la gente de 20 como viejos, con lo que supongo que el engaño era más que evidente, ¿o es que en Wisconsin las adolescentes tienen pinta de señoras con hijos que posiblemente ya hayan pasado por más de una cesárea?
¿Como eran las sesiones de ducha después de la clase de gimnasia? Por que yo me imagino a una orde de adolescentes vestidas y sentadas en los bancos del vestuario, con la mirada fija y temblorosa a causa del pavor mientras una única alumna se ducha a la vez que dice con voz no muy juvenil:
-¿Que pasa? Es que me desarrollé antes que vosotras.
¿Y que haría cuando le pidieran la firma de los padres para las notas o salidas extraescolares? ¿Y que talla pediría para el uniforme de las animadoras?
En el artículo podemos leer que consiguió incluso ir a una fiesta en casa del entrenador del instituto, con lo que:

a) Por favor, ¡que alguien detenga a ese hombre que organiza fiestas para invitar a las alumnas!
b) Seguro que allí se descubrió el pastel cuando el entrenador dijo algo como:- ¡Eh! Levantaos un momento del suelo, tú, la de debajo de la mesa, no no tú no la otra ¡Tú no tienes 15 años!

Que obsesión por mantenerse siempre joven, hay que ser consciente que el hábito no hace al monje y que aunque la mona se vista de seda…ya se sabe.

Fuente: http://www.lavanguardia.es/lv24h/20080922/53544738427.html

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