El problema viene cuando los números o letras vienen un poco difuminados, o con caracteres extraños, o con rayajos, manchas o cualquier cosa que dificulta su visión. En ocasiones se nos pide casi un trabajo de criptografía y tenemos que descifrar, nariz pegada a la pantalla, que cuernos pone en el recuadro para poder seguir adelante.
Señores de Internet en general, no me molesta que pongan un código, pero no lo escondan, la vida ya es suficientemente dura como para que a estas alturas tengamos que aprender a resolver jeroglíficos.

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